Resumen
El diccionario RAE (Real Academia Española) presenta cuatro acepciones del término “carcoma”. En la primera, se trata de un insecto coleóptero que destruye por dentro la madera, a veces, con emisión de ruido perceptible. En la segunda se trata del polvillo que desprende, desde su interior, el material carcomido. El término se desplaza metafóricamente, en la tercera acepción, para significar la mortificación causada por una preocupación grave, e incluso en caso de sufrirse “comezón”. La significación de “carcoma” denuncia, por fin, a quien despilfarra un patrimonio económico. En el texto que sigue se explica como la tecnología puede entenderse, en cuanto corroe al mismo sistema político que la promociona, en analogía con el coleóptero que carcome la madera. En paralelo con la segunda acepción que presenta el diccionario RAE, la carcoma tecnológica genera un polvillo de innovación y emprendedurismo, que comienza a desprenderse de la superficie “política de Estado”, como señal del avance interno de la corrosión. La mortificación que aqueja a un maltrecho “sistema político” cunde, globalización mediante en tercer lugar, a través de “nuevos medios”, bajo una pluralidad de males (fake news apocalípticas, redes sociales incontrolables, escándalos mediáticos vergonzantes, denuncias de corrupción entre tirios y troyanos, encuestas de opinión pública fallidas). Un patrimonio representativo del sistema político viene, por último, a ser malgastado en aras de preservar el “grado inversor”, tecnología económica que carcome, a largo plazo, toda gestión sometida a pérdida global.
RAE, “carcoma”. Recuperado de: https://dle.rae.es/carcoma
Imagen: 123RF
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