Globalización: al Orden del Día

Imagen: Viejo Topo

Resumen: Uruguay Soberano convocó a una asamblea acerca de los efectos de la globalización sobre el Uruguay. El título de la asamblea ("Un debate necesario") adquiere particular relieve, sobre todo en razón de la participación libre y abierta, en un sitio público, sin clausura temática. Quizás esta modalidad de la convocatoria pueda incluso vincular entre sí los bloques temáticos previstos. La liberalidad del debate se opone tanto a la subordinación del sistema político a un mandato mundialista como a la perforación del saber por la tecnología, o incluso, favorece preguntarse por las decisiones que se toma, para sustraerlas a condicionantes inapelables.

1a. quincena, diciembre 2021

Pasar de "UPM2NO" a "Uruguay Soberano"

El sábado 4 de diciembre pasado el Movimiento Uruguay Soberano convocó a una asamblea abierta, con un Orden del Día centrado en los desafíos que la globalización le plantea a la soberanía. La condición de "movimiento" se configura, en este caso, por la vía de una militancia "autoconvocada", denominación genuina y adecuada desde nuestro punto de vista, en cuanto condice con la índole propia de redes interactivas.1 La organización de un grupo autoconvocado queda a cargo de "administradores" (denominación provista por el soporte tecnológico) que los instalan, de forma que los "miembros" (denominación igualmente provista por el soporte) se incorporan por decisión individual a distancia, siendo por idéntica vía que se procesa la eventual desvinculación.2 El grupo ha superado en facebook los 21.000 miembros (0,78% del padrón electoral uruguayo en 2019), número significativo sobre todo en razón del carácter heterodoxo, con relación al contexto ideológico del Uruguay, de las posturas políticas que desde allí se sostienen.

Subrayar la singularidad organizativa de las redes interactivas adquiere particular significación en este caso, en cuanto Uruguay Soberano surge como prolongación del Movimiento Ciudadano UPM2NO, que a su vez, tuvo como antecedente el evento "Globalización, Poder, Pensamiento" celebrado en el Ateneo de Montevideo el 13/11/2017.3

La convocatoria a la asamblea del mes de diciembre en curso (4/12/21) llevaba por título "Un debate necesario", formulación por demás significativa de la problemática fermental que plantea la globalización, pero además, de la transformación que presidía esa convocatoria en particular. Mientras UPM2NO formulaba una reivindicación vinculada al proceso de globalización, pero contrapuesta especialmente al acuerdo ROU-UPM, la denominación "Uruguay Soberano", refiere por el contrario a un conjunto más vasto de cuestiones, no sólo las que surgen del contexto actual del país, sino además al proceso histórico que conduce a la coyuntura actual.4

Adquiere particular relieve, en la plataforma de la asamblea y para la proyección del debate propuesto, la problemática cristalizada en torno a la Pandemia de Covid-19. No sólo por el alcance mundial que ha adquirido, sino además, por la profundidad social que reviste la significación de la vida, como bien público signado por dispositivos jurídicos, políticos, académicos y simbólicos de profundo alcance comunitario.

Un "Orden del día" en debate

En el anuncio del orden del día de la asamblea seguía, al título "Un debate necesario", el enunciado de tres bloques temáticos. Quizás más importante que esos temas, termina por ser el vínculo entre la denominación del evento ("Un debate necesario") y la nota al pie de la misma convocatoria denominada "Aclaraciones", cuya parte inicial manifestaba: "(...Participación pública, libre y gratuita. En régimen de Asamblea. Lista abierta de oradores...)".5 En razón de esas "aclaraciones", el contenido de los bloques temáticos parece subordinado a la participación en torno a los temas que esos contenidos evocan. En lo que sigue, nos proponemos desarrollar esa necesidad del debate, es decir, de la puesta en vilo de la decisión a tomar en común, no sólo como desideratum de la convocatoria a la última asamblea del "Movimiento Uruguay Soberano", sino también como efecto de cierta sucesión conceptual en el abordaje de los mismos bloques temáticos.

"BLOQUE 1 CONTRATOS SECRETOS Y SOBERANÍA: los casos de Katoen Natie, UPM2, Google, Aeropuertos, Pfizer. ¿Qué pasa con el sistema institucional y el sistema de partidos?"

Lo significativo de este planteo temático consiste en el carácter secreto (y por consiguiente forzosamente anti-democrático) de los contratos que se suceden vertiginosamente (desde 2017), a través de elencos gubernamentales supuestamente contrapuestos, a lo que se suma la anuencia de los demás partidos y la aprobación del Poder Judicial. De ahí la elocuencia de los signos de interrogación con que se enmarca (en el "Bloque 1") tanto al sistema de partidos como al sistema político en su conjunto (el primero forma parte del segundo). Para entender cierta pasividad de las mayorías sociales y las distintas fuerzas de opinión ante semejante desvío del poder, es necesario considerar que todo cuestionamiento radical a las formas institucionales del Estado uruguayo recibiría un extendido veto en el habitus (articulación entre sí de creencias y actuaciones), como efecto de la sensibilidad social mayoritaria.

Tal veto se expresa casi proverbialmente, ante todo cuestionamiento dirigido a las actuaciones del sistema de partidos o del conjunto del sistema político, mediante un lugar común: "¿entonces quieren que vuelvan los "milicos" (el régimen que instaló el golpe de Estado)?". Este consenso se estableció a partir de la substitución del régimen totalitario en 1985 por las formas republicano-representativas, en torno a dos ejes argumentales: a) la república representativa por voto secreto y universal es "el mejor sistema posible" b) la "realidad de la democracia" (entendida como base social mayoritaria) va a proveer el contenido de la esfera institucional.

Los dos postulados fracasaron desde entonces: "el mejor sistema posible" ha generado cierta "alternancia fallida" (Francia, España, Argentina, Chile, Uruguay),6 en cuanto distintos partidos se suceden sin generar alternativa, mientras "la base social mayoritaria" manifiesta un creciente cuestionamiento del sistema político, expresada a través de sucesivas "concentraciones de protesta" y "estallidos sociales" (España, Maghreb, Francia, Chile, Ecuador, Colombia).

Pese a que una mayoría de la población ha abandonado la actividad partidaria, cierta memoria cultural cristalizada sostiene un "sistema de partidos de fracciones",7 para cuyo paradigma el Uruguay proveería un caso de referencia mundial. Esto significa que la pertenencia partidaria y la extracción social se encuentran íntimamente articuladas, en razón de un proceso histórico en que la gesta partidaria y la gesta nacional se confundieron, particularmente durante el período de las guerras civiles del siglo XIX. La ausencia de una genuina configuración nacional hizo lugar primigenio a las pertenencias partidarias en la memoria social, en cuanto el Uruguay surge en 1830 como efecto del desmembramiento de las Provincias Unidas del Río de la Plata, en aras de consolidar la hegemonía de la diplomacia inglesa sobre la región.

Esa primacía se consolidó a través de los pactos inter-partidarios que siguieron a los levantamientos de Timoteo Aparicio (1868 y 1872).8 Finalmente, la modernización liderada por el proyecto batllista con la participación del Partido Nacional y el sindicalismo, cristalizó hasta la 2a. Guerra Mundial la misma hegemonía estamentaria (partidocrática) sobre el proceso social.

Esa co-participación comienza a deteriorarse como efecto de la Guerra Fría y de la inclusión del Uruguay en el "Bloque Occidental", que aparejó el pre-golpismo pachequista a partir de 1968 y finalmente el régimen totalitario cívico-militar, en 1973. Ya en 1987 CIEDUR (centro de investigaciones sociales) organizaba un encuentro denominado "¿Hacia dónde va el Estado uruguayo?", cuya convocatoria subrayaba la supremacía estratégica que adquiría, incluso en el plano mundial, el Poder Ejecutivo sobre los demás poderes del Estado.9

El proceso de subordinación a los poderes tecnológicos, se expresa ante todo en la condición secreta de los tratados internacionales, pero tiene también una expresión interna al país: visitando el Instituto Pasteur, Lacalle Pou declaró en abril de 2020: "Cuando tenés la ciencia atrás, no es una decisión política".10 A confesión de parte relevo de prueba, sobre todo porque quizás no es la "evidencia científica" lo que sostiene la afirmación anti-política de Lacalle Pou.

"BLOQUE 2 LA PANDEMIA: Efectos sobre la soberanía, las luchas sociales y las libertades individuales"

Llama la atención que la cuestión de la pandemia quede vinculada, en la formulación del "Bloque 2" exclusivamente a efectos políticos. Si bien estos últimos son innegables por su magnitud (cualquiera sea la posición que se defienda al respecto) en cuanto el evento mundial se integra dentro de una serie histórica reciente (SIDA, Sars-Covid1, Ebola, etc.), correspondería preguntarse ¿de qué es efecto la pandemia? Pareciera asimismo difícil, incluso para un abordaje polémico, ignorar que quien ha liderado el planteo sanitario mundialista en el Uruguay, Rafael Radi, ha declarado recientemente que Covid-19 es efecto de la devastación ecológica de los hábitats naturales.11

Lo anterior significa que entre las distintas posiciones al respecto en el Uruguay, no queda quien no suscriba la tesis de una causación tecnológica de Covid-19. A esa conclusión se arriba tanto si la pandemia fuera efecto de la devastación ecológica de índole tecno-económica, como si se tratara de un producto de laboratorio que adquirió -por vía intencional o accidental- circulación comunitaria.

Ante la evidencia de una manipulación tecnológica tirios y troyanos se afanan, sin embargo, en explicarnos que se trata de una disminución de la ciencia -Radi dixit- que no obtiene, por ejemplo en el Uruguay, suficientes recursos del gobierno nacional, o desde la vereda opuesta, se denuncia una manipulación de la información pública -tanto en el plano médico como en el mediático- destinado a hacer pasar gato-gripe por liebre-covid.

El conocimiento es presentado, desde las dos perspectivas en litigio, como víctima inocente de una inmolación de la ciencia, tanto si se lo asfixia por falta de recursos, como si se lo utiliza para obtener una mistificación del contexto público. Sin embargo, este par conocimiento-ciencia es precisamente lo que es (sub)puesto al servicio de la tecnología: esta última no culmina en un sistema de relaciones que explica la estructura de la naturaleza, sino en la instalación de cierta realidad en razón de un uso estratégico. Conviene una vez más retener, del texto de Foucault, que la figura del tecnólogo "experto con poder sobre la vida y la muerte" (Oppenheimer, el constructor de la bomba atómica) subroga al "intelectual universal" (Zola, el intelectual que conoce el sentir de un pueblo).12 La tecnología llegada a la fase "info-com" no nos habilita a conocer el Orden del mundo para hacerlo mejor en el orden humano, sino que formula un mundo a la medida de los "desarrolladores" de las empresas tecnológicas ("desarrollador" es una categoría socio-profesional que encontramos en calidad de autores de "programas" de Google, Twitter, etc.): ellos diseñan el software-programa que da cuenta de lo que "queremos" (incluso sin que nos enteremos).

La disputa por saber si el virus es efecto de la devastación tecno-económica o del laboratorio es, por lo tanto, una disputa vana. Toda asignación de recursos (por ejemplo a la investigación) debiera encontrarse confrontada a una eventual disputa estratégica sobre sus fines y ante todo sobre su sostenibilidad efectiva (entendámonos: por último en la calle). La tecnología no parte de lo que es para saber lo que queremos, parte de lo que queremos para saber por provisión estratégica lo que obtendremos. Por lo mismo, un contexto donde gravita ante todo la elección humana, no debe entenderse como bi-unívoco, sino como bi-decisorio: siempre estará en juego, antes que un "sentido único de la realidad", una decisión sobre el equilibrio que seguirá a la toma de decisión.

BLOQUE 3 EL ESPACIO SOBERANISTA: Estrategia y alianzas. La Reforma Uruguay Soberano. Otros proyectos ¿alternativos o complementarios? ¿Política partidaria o política "a secas"?

Un "Espacio Soberanista" supone cierta homogeneidad de composición, porque así lo exige el concepto mismo de Soberanía: principio único e indivisible del poder. ¿Cómo sino sería posible "violarla"? La Soberanía parece reivindicarse, con criterio "soberanista", en un sentido negativo: se opone a toda injerencia de un poder ajeno. Pero asimismo, este poder ajeno se entiende a sí como soberano en su dominio mundial, en razón del derecho internacional o de los hechos económicos. Tampoco resuelve la cuestión decir que cada quien usa de la soberanía según su criterio, eventualmente declinándola en aras de un provecho compartido, ya que nadie puede conceder lo que no conoce, por ejemplo: el contenido de los tratados secretos (UPM2, Katoen Natie, Pfizer...).

Estamos por lo tanto ante una aporía de la soberanía: es imposible reivindicarla como principio (que no admite condicionamientos) sin eliminarla de hecho en razón de las circunstancias. Quizás la paradoja del poder estatal resida en la actualidad, en que ningún poder soberano puede prescindir de la mediación internacional, en cuanto la propia condición interna de la sociedades está atravesada por el "brazo mundano" de la soberanía: la mediación. No en vano la tecnología del presente es ante todo mediática: el poder y el saber de la soberanía se vinculan a una mediación capaz de hacerla cundir más allá del mismo "principio único e indivisible del poder". Es indivisible, pero requiere de su extensión más allá de sí mismo, desideratum que la mediación "a distancia" ha convertido en globalización (inversión del vínculo: la mediación pasa a gobernar a la soberanía).13

Quizás conviene destacar que la Asamblea denominada "Un debate necesario" convoca con un designio soberanista a la participación más heterogénea. Cada participante es una "entrada" a los temas, por consiguiente lo global y lo individual se corresponden, tal como surge de los análisis mediáticos: la "localización" de lo "global" en tanto que "glocalización". Se trataría en este caso, si transformamos "localización" en "individuación", de una curiosa y sugestiva "globiduación". El sorprendente término al que se llega explica "la necesidad del debate", incluso en cuanto a partir de la noción de "dividuo"14 en Deleuze, la "dividuación" de lo global implicaría la necesaria contraposición de pareceres.

En eso estamos.

 

1Ver al respecto Movimiento Uruguay Soberano https://www.facebook.com/groups/1787467327942458 Asimismo, existen en whatsapp distintos grupos vinculados a las denominaciones "UPM2 NO" y "Uruguay Soberano".

2Quien escribe estas líneas forma parte del Movimiento Uruguay Soberano en calidad de "miembro".

3Ver al respecto en este blog "UPM-ROU: Agradecimientos" https://ricardoviscardi.blogspot.com/2017/11/upm-rouagradecimientos-2.html

4Respecto al paso de UPM2NO a Uruguay Soberano, ver Sarthou, H. "Límites" https://www.facebook.com/groups/1787467327942458/user/1080125097

5Se accede a la foto de convocatoria "Un debate necesario" en el grupo "Movimiento Uruguay Soberano", facebook: https://www.facebook.com/photo/?fbid=10223340960607158&set=g.1787467327942458

6Sobre el significado de "alternancia fallida", ver en este blog: "Chile: alternancia fallida, perspectiva de contragobierno", https://ricardoviscardi.blogspot.com/2019/10/alternativaa-la-alternancia.html

7Ver al respecto particularmente el Numeral 5 de Granados, C. "¿Son importantes los partidos? Análisis del caso uruguayo", Comillas Journal of International Relations, nº 15, 2019 (se accede al pdf on-line).

8Rodríguez, P. "Los pactos de coparticipación en el gobierno ocurridos en la segunda mitad del siglo XIX y principio del siglo XX en Uruguay: Mutaciones constitucionales orales y proceso constituyente" Rev. Derecho, no.22, Montevideo, dic. 2020. Recuperado de: http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?pid=S2393-61932020000200001&script=sci_arttext

9Ver al respecto de Sierra, G. "Introducción" en ¿Hacia dónde va el Estado uruguayo? (1987) Montevideo: Fundación de Cultura Universitaria.

10Ver al respecto Lacalle Pou: “estamos tranquilos con el respaldo científico, además de orgullosos” Montevideo Portal (30/04/20) https://www.montevideo.com.uy/Noticias/Lacalle-Pou--Estamos-tranquilos-con-el-respaldo-cientifico-ademas-de-orgullosos--uc751518

11 "Rafael Radi: “Hay un problema ecológico grave atrás de la pandemia de la covid-19” Montevideo Portal (17/11/21) https://www.montevideo.com.uy/Noticias/Rafael-Radi--Hay-un-problema-ecologico-grave-atras-de-la- pandemia-de-la-covid-19--uc804472

12Ver al respecto Viscardi, R. “Tecno-virus: el contagio de gobierno” (Parte I),Tiempos (Revista Latinoamericana del Colegio Internacional de Filosofía) (2020). Recuperado de: http://www.revistalatinoamericana-ciph.org/2020/05/18/tecnovirus-el-contagio-virtual-por-ricardo-viscardi/

13Ver al respecto Viscardi, R. "La mediación-medición o viceversa" Encuentros Uruguayos, vol. 1, núm. 1, 2009, pp. 14-17. Recuperado de: https://www.aacademica.org/ricardo.g.viscardi/5

14La noción de "dividuo" fue elaborada por Gilles Deleuze hacia el final de su vida. Ver al respecto Canavera, J. Jiménez, M. "Gilles Deleuze. La fragmentación del individuo en la "sociedad de control". Recuperado de: https://roderic.uv.es/handle/10550/43909