Homenaje a Víctor Silva: “Catástrofe y comunicación: la pugna de las imágenes”

 

El término "catástrofe" encierra, en su acepción originaria, un vínculo de participación en el destino. La significación moderna trastoca ese significado, con cierta carga de neutralidad ante los fenómenos. La pérdida de Víctor Silva fue percibida por quienes mantuvieron con él un vínculo sostenido, como una catástrofe que los involucraba. En ese involucramiento se juega cierta "pugna de las imágenes" que sugiere el título del libro-homenaje a Víctor, como explicación del vínculo entre catástrofe y comunicación.

 

 

1a. quincena, octubre 2021

 

El martes 5 de octubre tuvo lugar lal presentación del libro colectivo de Homenaje a Víctor Silva Echeto, con la edición de Rodrigo Browne y Daniel H. Cabrera, que contaron además con el apoyo de Carlos del Valle a través de Ediciones de Universidad de la Frontera (Temuco). El libro fue editado por el Instituto de Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona y se encuentra en acceso libre, tanto en la revista Nhen Gatu (São Paulo) como en el propio sitio de la Universidad Autónoma de Barcelona.1

Dice acerca de la obra el Instituto de Comunicación de la UAB: “La obra se divide en 9 capítulos, el primero, “Compendio de una vida”, se nos presenta y contextualiza el alcance de la vasta obra de Silva. Los ocho capítulos restantes dan cuenta de su impronta en ciudades y universidades: Montevideo (Uruguay), Valparaíso, Valdivia, Temuco (Chile), São Paulo (Brasil, Mendoza (Argentina), Sevilla, Valencia, Barcelona, Zaragoza (España). En cada uno de ellos compañeros de pensares y andanzas desmenuzan y sazonan el Silva amigo, el Silva docente, el Silva emprendedor, el Silva pensador. El Silva nómada”.

En lo que sigue, el texto con que presentara el libro de homenaje a Víctor Silva.

 

En homenaje a Víctor

 

Agradezco a Rodrigo Browne y Daniel Cabrera por la coordinación de este libro, a Carlos del Valle por el apoyo que le dio desde ediciones UFRO. La denominación que se dio al libro me parece particularmente atinada. No sólo porque el término “catástrofe” forma parte del título de una obra2 y de las preocupaciones de Víctor con relación a la comunicación, sino además, porque el propio término esconde una significación originaria, pero que ha pasado a un segundo lugar. Me refiero a la significación de “catástrofe” en el teatro griego, en el sentido de desenlace final y aciago de una tragedia.3 Esta significación no supone, como lo consigna la acepción dominante al presente, un suceso que se estima desde cierta neutralidad, sino que la catástrofe en el sentido que toma en el teatro griego, involucra al propio héroe y a una trayectoria que protagoniza.

Me permito sugerir que todos quienes mantuvimos un vínculo sostenido con Víctor registramos su desaparición como una catástrofe, en el sentido de destino que se abate sobre cada uno de nosotros. Aquí surge la pregunta que habla de nuestro amigo: ¿por qué Víctor llegó a suscitar esa adhesión ferviente de cada uno? Quizás porque entendió la catástrofe no sólo en cuanto desenlace fatal, sino también como circunstancia que nos convoca a darle un signo propio. Quizás entonces también, la catástrofe pueda ser entendida como participación incondicional en un destino compartido. Esta participación parece vincularse a la expresión “pugna de las imágenes” que integra, en el mismo título que hoy presentamos, la explicación del vínculo entre catástrofe y comunicación. Pugna de imágenes no sólo como un cotejo que sucede en la comunicación, sino además, como lo propio de una lucha por entender, transformar y compartir las imágenes.

Esta pugna por las imágenes se encuentra, en la trayectoria personal de nuestro amigo, vinculada estrechamente con sucesivas catástrofes que marcaron su trayectoria en el Uruguay. Desde su propio nacimiento el 31 de marzo de 1972, que ocurre en medio del mayor enfrentamiento político y militar que conociera su patria en la segunda mitad del siglo XX. Ese año marcado a fuego en la memoria del Uruguay por el Estado de Guerra Interno, declarado por la mayoría parlamentaria de entonces, abrió el período que tuvo como desenlace el golpe de Estado formalizado desde inicios del año siguiente y culminado el 27 de junio de 1973.

En sus inicios como periodista, le toca asimismo participar en el reférendum contra la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado (Ley de Punto Final) que se saldara en 1989 con una derrota en la lucha contra el terrorismo de Estado, que todavía determina la vida política del Uruguay al presente.

Finalmente, en momentos en que ocupaba un primer cargo docente en comunicación en la Universidad de la República, se abate en 2002 sobre el país la peor crisis social y económica desde los años 1930, como efecto del vaciamiento del sistema bancario uruguayo.

De todas estas catástrofes Víctor extrajo una pugna con la imágenes que engendraban, una pugna que revirtió sobre su propio país, al que volvió en sucesivos años para participar de actividades académicas, incluso un curso dictado a fines de 2019. Nuestro duelo será entonces incondicional y compartido, la catástrofe que ante la pérdida de Víctor, nos lleva desde cada uno a una pugna por las imágenes, por las que podemos elaborar en su homenaje y por las que reciben desde ya el legado de su amistad.

 

Ricardo Viscardi

 

 

1 En la revista Nhen Gatu se accede por el link https://revistas.pucsp.br/index.php/nhengatu/article/view/55892/37873

En el Instituto de Comunicación de la UAB: https://incom.uab.cat/projectes-editorials/ebooks-incom-uab/catastrofe-y comunicacion-la-pugna-de-las-imagenes-homenaje-a-victor-silva-echeto-2021/?lang=es

2Silva, V. (2014) Caos y catástrofe. Barcelona: Gedisa.

3Pavis, P. (1998) Diccionario de teatro. Buenos Aires: Paidós, p. 32.